MALOS HÁBITOS

El maquillaje es el mejor socio de la mujer, aunque todas tenemos claro que abusar de él no es bueno. Una mujer excesivamente maquillada no es bella y luego deshacerse de él...es un rollo.

Hoy vamos a hablar de los malos hábitos que conlleva el maquillaje para que cuando los vayamos viendo recordemos el mal que nos hace y así no hacerlo nunca más.

1.No desmaquillarse -
Es una de las peores cosas que podemos hacer con nuestra piel. Esto significa irse a la cama con todos los poros obstruidos y puede provocar irritación en los ojos. Está claro que es un rollo tener que seguir todo el ritual de limpieza facial todos y cada uno de los días, pero hay que hacerlo. Eso sí, las toallitas son buenas socias los días en los que llegamos tardísimo a casa y estamos tan cansadas que sólo pensamos en dormir...

 2. Restregarse la cara con la toalla -
Una vez que nos hemos lavado la cara la idea es secarnos con la toalla, pero sin frotar. Creemos que apretando la cara contra la toalla y restregarnos fuerte es una buena idea, pero no lo es lo único que hacemos así es irritar la piel. Para quitar los restos de maquillaje y limpiar bien los poros está el exfoliante y el tónico.

3. Sacar y meter la máscara de pestañas -
Creemos que si hacemos este gesto cubriremos mejor el cepillo de la máscara de pestañas, pero la mayoría de los envases son más estrechos en la parte superior para aportar la cantidad correcta de rímel al aplicador. Al meter y sacar el aplicador introducimos aire a la fórmula, lo cual seca la emulsión del producto y lo distribuye de modo dispar.

4. Guardar el maquillaje en el baño -
Esto puede parecer una estupidez, pero si lo pensamos bien el baño es un lugar que cada dos por detrás está humedo debido al vapor y corremos el riesgo de que los productos caduquen antes de tiempo o que se infecten las sombras de ojos o la base de maquillaje. Por esto, es una buena idea guardar nuestro maquillaje en la habitación o en cualquier ambiente seco y fresco.

 5. Limpiar las brochas de maquillaje -
No debemos olvidar que las brochas las utilizamos todos los días y al igual que limpiamos los pinceles cuando terminamos de pintar un cuadro para guardarlos bien y que se conserven, las brochas de maquillaje son nuestras herramientas fundamentales de belleza. Una buena recomendación es que intentes lavar todos tus pinceles de maquillaje al menos una vez por semana con un champú suave (o champú para niños) y dejar que se sequen al aire durante toda la noche.
De esta manera, evitamos la posible formación y proliferación de bacterias y mantendremos las brochas limpias y nos durarán más.